El siguiente
proyecto de creación literaria que realizarán los alumnos de 3ºESO será todo un
reto. Esta vez tendrán que crear una imagen a partir de los bellísimos poemas
de Becquer, Pedro Salinas y Machado y Jorge Manrique. Hemos querido homenajear
a alguno de los grandes de la poesía de esta manera tan original para que los
alumnos puedan conocer e interpretar el
género lírico de otra manera.
En unos días colgaré los trabajos para que los veais. Esperamos que podáis disfrutar de maravillosos obras de arte.
Las composiciones
que intentarán interpretar visualmente son:
3º ESO A
BECQUER
Rima XIII
Tu pupila es azul y, cuando ríes,
su claridad süave me recuerda
el trémulo fulgor de la mañana
que en el mar
se refleja.
Tu pupila es azul y, cuando lloras,
las transparentes lágrimas en ella
se me figuran gotas de rocío
sobre una
vïoleta.
Tu pupila es azul, y si en su fondo
como un punto de luz radia una idea,
me parece en el cielo de la tarde
una perdida
estrella.
Rima XXX
Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino; ella, por otro;
pero, al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: ?¿Por qué callé aquel día?
Y ella dirá: ?¿Por qué no lloré yo?
Rima LXX
¡Cuántas veces, al pie de las musgosas
paredes que la guardan,
oí la esquila que al mediar la noche
a los maitines llama!
¡Cuántas veces trazó mi silueta
la luna plateada,
junto a la del ciprés, que de su huerto
se asoma por las tapias!
Cuando en sombras la iglesia se envolvía,
de su ojiva calada,
¡cuántas veces temblar sobre los vidrios
vi el fulgor de la lámpara!
Aunque el viento en los ángulos oscuros
de la torre silbara,
del coro entre las voces percibía
su voz vibrante y clara.
En las noches de invierno, si un medroso
por la desierta plaza
se atrevía a cruzar, al divisarme
el paso aceleraba.
Y no faltó una vieja que en el torno
dijese a la mañana,
que de algún sacristán muerto en pecado
acaso era yo el alma.
A oscuras conocía los rincones
del atrio y la portada;
de mis pies las ortigas que allí crecen
las huellas tal vez guardan.
Los búhos, que espantados me seguían
con sus ojos de llamas,
llegaron a mirarme con el tiempo
como a un buen camarada.
A mi lado sin miedo los reptiles
se movían a rastras;
hasta los mudos santos de granito
creo que me saludaban.
Rima VII
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el
arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe
arrancarlas!
—¡Ay! —pensé—; ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: «¡Levántate y anda!».
PEDRO SALINAS:
Agua en la noche, serpiente indecisa,
silbo menor y rumbo ignorado:
¿Qué día nieve, qué día mar? Dime.
¿Qué día nube, eco
de ti y cauce seco?
Dime.
—No lo diré: entre tus labios me tienes,
beso te doy, pero no claridades.
Que compasiones nocturnas te basten
y lo demás a las sombras
déjaselo, porque yo he sido hecha
para la sed de los labios que nunca preguntan.
"Presagios" (1923)
Anoche se me ha perdido
en la arena de la playa
un recuerdo
dorado, viejo y menudo
como un granito de arena.
¡Paciencia! La noche es corta.
Iré a buscarlo mañana...
Pero tengo miedo de esos
remolinos nocherniegos
que se llevan en su grupa
—¡Dios sabe adónde!— la arena
menudita de la playa.
"Presagios" (1923)
Lo que eres
me distrae de lo que dices.
Lanzas palabras veloces,
empavesadas de risas,
invitándome
a ir adonde ellas me lleven.
No te atiendo, no las sigo:
estoy mirando
los labios donde nacieron.
Miras de pronto a los lejos.
Clavas la mirada allí,
no sé en qué, y se te dispara
a buscarlo ya tu alma
afilada, de saeta.
Yo no miro adonde miras:
yo te estoy viendo mirar.
Y cuando deseas algo
no pienso en lo que tú quieres,
ni lo envidio: es lo de menos.
Lo quieres hoy, lo deseas;
mañana lo olvidarás
por una querencia nueva.
No. Te espero más allá
de los fines y los términos.
En lo que no ha de pasar
me quedo, en el puro acto
de tu deseo, queriéndote.
Y no quiero ya otra cosa
más que verte a ti querer.
"La voz a ti debida"
3ºESO B
BECQUER
Rima IV
No digáis que agotado su tesoro,
De asuntos falta,
enmudeció la lira:
Podrá no haber poetas; pero siempre
Habrá
poesía.
Mientras las ondas de la luz al beso
Palpiten
encendidas;
Mientras el sol las desgarradas nubes
De fuego
y oro vista;
Mientras el aire en su regazo lleve
Perfumes
y armonías,
Mientras haya en el mundo primavera,
¡Habrá
poesía!
Mientras la ciencia a descubrir no alcance
Las
fuentes de la vida,
Y en el mar o en el cielo haya un abismo
Que al
cálculo resista;
Mientras la humanidad siempre avanzando
No sepa a
dó camina;
Mientras haya un misterio para el hombre,
¡Habrá
poesía!
Mientras sintamos que se alegra el alma
Sin que
los labios rían;
Mientras se llora sin que el llanto acuda
A nublar
la pupila;
Mientras el corazón y la cabeza
Batallando prosigan;
Mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡Habrá
poesía!
Mientras haya unos ojos que reflejen
Los ojos
que los miran;
Mientras responda el labio suspirando
Al labio
que suspira;
Mientras sentirse puedan en un beso
Dos almas
confundidas;
Mientras exista una mujer hermosa,
¡Habrá
poesía!
Rima LIII
Volverán las oscuras
golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando
llamarán.
Pero aquellas que
el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
¡esas... no
volverán!
Volverán las tupidas
madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se
abrirán.
Pero aquellas,
cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
¡esas... no
volverán!
Volverán del amor en
tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez
despertará.
Pero mudo y absorto
y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido...; desengáñate,
¡así... no te
querrán!
ANTONIO MACHADO
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Dí: ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
en donde nunca bebí?
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.
3º ESO C
JORGE MANRIQUE. COPLAS A LA MUERTE DE SU PADRE.
I
Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el placer;
cómo después de acordado
da dolor;
cómo a nuestro parecer
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.
Recuerde: Recobre la conciencia al despertar. Que despierten
las almas que viven soñando y no son conscientes de la realidad.
Cómo el recordar el placer (pasado) da dolor.
II
Pues si vemos lo presente
cómo en un punto se es ido
y acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo no venido
por pasado.
No se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar
lo que espera
más que duró lo que vio,
pues que todo ha de pasar
por tal manera.
Y puesto que vemos cómo lo presente es ido y acabado en un
punto (en nada de tiempo), si juzgamos sabiamente, consideraremos a lo que ha
de venir como si ya hubiera pasado.
III
Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir:
allí van los señoríos,
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos;
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.
Los ríos caudalosos.
Al llegar al mar (a la muerte) son iguales los que se ganan
la vida con el trabajo de sus manos y los ricos.
IV
Dejo las invocaciones
de los famosos poetas
y oradores;
no curo de sus ficciones,
que traen yerbas secretas
sus sabores.
A Aquel sólo me encomiendo,
Aquel sólo invoco yo
de verdad,
que, en este mundo viviendo,
el mundo no conoció
su deidad.
No voy a acordarme aquí de los poetas y oradores paganos, no
me preocupo de sus ficciones, pues el sabor de su arte procede de hierbas
secretas (venenos).
Sólo me encomiendo a Jesucristo, que mientras vivió en el
mundo, el mundo no se dio cuenta de que era Dios.
V
Este mundo es el camino
para el otro, que es morada
sin pesar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.
Partimos cuando nacemos,
andamos mientras vivimos,
y llegamos
al tiempo que fenecemos;
así que, cuando morimos,
descansamos.
ANTONIO MACHADO
La primavera besaba
suavemente la arboleda,
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda.
Las nubes iban pasando
sobre el campo juvenil...
Yo vi en las hojas temblando
las frescas lluvias de abril.
Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor
-recordé-, yo he maldecido
mi juventud sin amor.
Hoy en mitad de la vida,
me he parado a meditar...
¡Juventud nunca vivida,
quién te volviera a soñar!