Galicia homenajea al Padre Feijóo, el
padre del ensayo moderno.
Sabemos que
en Ourense hay una calle con su nombre, también lo identificamos en uno de los
jardines más conocidos del centro de nuestra ciudad, donde todos nos hemos
sentado a comer las famosas garrapiñadas cerca de la calle del Paseo. Su nombre
también bautiza a innumerables colegios e institutos gallegos y asturianos.
Como veis, su nombre está en vuestra vida cotidiana, pero seguro que seréis
pocos los que conozcáis el por qué se le ha dado tan valioso homenaje.
Aprovecharemos que ayer día 26 de septiembre se cumplieron 250 años desde su
fallecimiento para daros a conocer e informaros acerca de los logros de este
gran erudito gallego y padre del ensayo español.
Sabio,
rebelde y con un humor muy gallego. Un ilustrado adelantado a su tiempo que con
sus ensayos y publicaciones llegó a ser el autor más leído de su época. Su obra
fue tan popular que se vendieron 538.000 volúmenes traducidos al francés,
inglés, italiano, portugués y alemán. Todo un bestseller de la época.
Defensor de la razón
por encima de todo y crítico hacia la superstición y los milagros. Era monje
pero no dudó de sus ideas, a pesar de ser perseguido duramente por la
Inquisición. Benito Jerónimo Feijóo nació en la aldea ourensana de Pereiro de
Aguiar en 1676 y sus polémicos escritos dieron la vuelta al mundo.
Fue uno de los espíritus más universales de su tiempo,
exponente del racionalismo ilustrado. Ingresó en la orden benedictina en San
Julián de Samos (1688) y se doctoró en el convento de San Vicente de Oviedo,
del que fue abad (1721-1729). Fue maestre general de su orden y Fernando VI le nombró
miembro del Consejo de Castilla. Tras aparecer su primer ensayo, titulado
Aprobación apologética del escepticismo médico (1725), Felipe V le ofreció un
obispado en América, que Feijóo rechazó. A partir de 1726 inició la publicación
de sus dos grandes obras enciclopédicas: Teatro crítico universal (9 volúmenes;
1726-1740) y Cartas eruditas y curiosas (5 volúmenes; 1742-1760). En estas
obras se concentra el grueso de su vasta producción, constituido por una larga
serie de disertaciones sobre las más diversas materias: medicina, matemáticas,
física, astronomía, geografía, historia, filosofía, teología, moral, literatura
y lingüística. También recogen y comentan toda novedad científica y técnica,
motivaron críticas y defensas que conmovieron el mundo cultural español. El
propio autor escribió dos autodefensas, tras lo cual el rey prohibió en una
pragmática que sus obras fuesen impugnadas. Llegó a ser conocido en toda
Europa. Literariamente, fue un defensor del teatro clásico español contra el
neoclasicismo y un teórico del prerromanticismo.
Fruto de una insaciable curiosidad enciclopédica, los
ensayos del Padre Feijóo están inspirados por un agudo sentido crítico y tratan
de desterrar las ideas erróneas y supersticiosas, en la línea del pensamiento ilustrado.
Guiado exclusivamente por la razón y la experiencia, Benito Jerónimo Feijóo
critica la credulidad del vulgo y el clero y el espíritu rutinario de los
hombres de ciencia. Una de sus frases más conocidas insiste en ello: "Yo,
ciudadano libre de la República de las Letras, ni esclavo de Aristóteles ni
aliado de sus enemigos, escucharé siempre con preferencia a toda autoridad
privada lo que me dictaren la experiencia y la razón". Asimismo recomienda
la lectura de libros extranjeros para combatir el retraso intelectual de
España, consecuencia de su aislamiento político y de la afición de los
pseudosabios por las estériles discusiones abstractas.
Además de impugnar los valores tradicionales, se rebela
contra los dogmas científicos y el principio de autoridad basado en los textos
antiguos, que en ocasiones impide la observación personal y la libertad de
juicio. El principal valor de Feijóo no consiste en haber creado un sistema
filosófico, sino en su capacidad para transmitir nuevas ideas empleando un lenguaje
sencillo y coloquial acorde con su intención divulgadora, carente de artificios
retóricos y opuesto a la prosa barroquizante vigente hasta entonces. Hay que
añadir que también realizó una de las más famosas defensas de las mujeres en un
ensayo, lo que le acarreó numerosos enfrentamientos con sus coetáneos, que no
comprendían esta actitud. El Padre Feijóo aseguró: "En grave empeño me
pongo. No es ya sólo un vulgo ignorante con quien entro en la contienda:
defender a todas las mujeres, viene a ser lo mismo que ofender a casi todos los
hombres: pues raro hay que no se interese en la precedencia de su sexo con
desestimación del otro."
Considerado el primer ensayista hispánico contemporáneo, su
obra fue ampliamente difundida y suscitó vivas controversias, en las que
participaron numerosos científicos y hombres de letras. La campaña contra el
benedictino fue tan virulenta que Fernando VI llegó a prohibir en 1750 que se
impugnaran sus doctrinas. Si bien no fue un pensador profundo ni un
investigador en sentido riguroso, su tarea vulgarizadora contribuyó
notablemente a elevar el nivel cultural de la época.
Acto de inauguración de la estatua del Padre Feijóo en
Ourense, 1887
Para darle un merecido homenaje, la ciudad de Ourense ha
llenado su agenda cultural de exposiciones, muestras y exhibiciones de las creaciones de este grande de la
ilustración.
Os animamos a
que participéis y para ello os facilitamos en este
ENLACE el programa completo
de las actividades previstas hasta finales de año para conmemorar el
aniversario del intelectual ourensano.