1º Poderán participar alumnado de 1º, 2º e 3º ESO 2º O tema non se fará público ata o mesmo día en que se celebre o Certame. 3º Os traballos han de ser orixinais e inéditos, escritos en Lingua Castelá ou en Lingua Galega, en prosa (que poderá adoptar forma de carta, relato curto, conto, ...) ou en verso. 4º Presentaranse manuscritos, con letra perfectamente lexible, en follas de tamaño folio e por unha soa cara. 5º Os traballos realizaranse na propia aula, en folios selados, o día 2 de febreiro, de 9:30 a 11:30 h. 6º Asinaranse cun pseudónimo e irán grampados a un sobre pechado no que figuren os datos do concursante. 7º Valorarase a beleza de forma e a riqueza de contido. 8º O xurado estará composto por profesores do Departamento de Lengua / Lingua e membros da Asociación de Nais e Pais do Colexio (ANPA). 9º A decisión do xurado será dada a coñecer o día 11 de febreiro. 10º O premio poderá ser declarado deserto no caso de que o xurado así o estime, e a decisión será inapelable. 11º Pre
A partir de este powerpoint IMAGINA, sé creativo...esperamos que estas imágenes os inspiren para realizar un texto descriptivo.
Algunos de
nuestros alumnos de 3º ESO nos han deleitado con sus descripciones sobre
Córdoba. Aquí os dejamos algunos ejemplos.
ABANICO DE
COLOR
Coronada
por la luz del sol, seca y calurosa, testigo de pueblos y culturas, deja
perplejo al visitante cuando se acerca a sus patios.
Parece
increíble que un clima seco nos deje tal sensación de frescura.
Ante
nosotros un gran juego de color, en el que el austero blanco de sus
paredes contrasta con sus arcos, sus columnas, y como no, con esos mosaicos
empedrados que adornan sus suelos. Sobre ellos toda una sinfonía de color.
Decenas de macetas se alzan poderosas cubriendo un espacio frío y hostil, para
convertirlo en uno de los más tiernos y alegres paisajes que el ojo humano
pueda llegar a ver. Todo perfectamente estudiado, hasta su aroma parece llegar
a nuestros sentidos, es, sin duda, alcanzar la perfecta sinfonía entre el color
y el ambiente.
Enlosados o empedrados, los suelos de los patios de Córdoba soportan sobre
ellos, los pasos del visitante y el peso de la historia. El color de sus flores
y el frescor de sus pozos y sus fuentes, que alivian el calor y llenan los
sentidos de todo el que tentado viene a verles.
Supongo que ya sabéis de quién hablo. Sin duda alguna una de las ciudades
más emblemáticas de nuestro país, de sus patios, de su calor y de sus culturas…
de Córdoba.
Alejandro Méndez
Sueiro
PEQUEÑO PARAÍSO
La primavera andaluza. A través de esta imagen tan colorida como expresiva,
casi podemos llegar a percibir los olores de esas preciosas flores, o el sonido
que apenas penetra en nuestros oídos procedente del revolotear de los pequeños
insectos de flor en flor. Podemos sentir la tranquilidad.
El sosiego que a todos nos gustaría sentir pasando horas y horas
sentados en la aparentemente confortables sillas que podemos ver en el centro
de la fotografía rodeadas por una naturaleza llevada al patio en el que están.
Jarrones y más jarrones repletos de tantos embriagadores aromas como luminosos
colores. La delicadeza de una flor. De sus cuidadosamente colocados pétalos que
únicamente se ven alterados cuando una leve brisa remueve el néctar que en el
centro de la corola las abejas buscan.
En esta fotografía podemos ver un patio andaluz en todo su esplendor
primaveral. En el centro, dos sillas junto a una mesa que están
estratégicamente colocadas para poder ver, cómodamente, pasar el día sin tan
siquiera percatarse. A su alrededor, unas paredes blancas como la sal marina de
la costa andaluza. De ellas, cuelgan cerámicas decorativas con sencillas y a la
vez llamativas flores, todas diferentes a las que, con gracia, llenan las
macetas del suelo.
Como conexión entre este pequeño oasis de paz y la realidad, encontramos
varias puertas de madera que, eclipsadas por un elaborado arco cubierto con una
cristalera y la belleza floral, pasan desapercibidas.
Puestos a describir los detalles de la imagen, recordar la presencia de un
pequeño cesto rebosante de cítricos y la de una pequeña lámpara que cuelga del
piso superior para así pasar, además de los días, las noches con la luz de algo
más que la luna y las estrellas del despejado cielos en el interior del antaño
imperio musulmán.
En definitiva, un pequeño pedazo de paraíso del que pocos pueden disfrutar
en el patio de su casa.