LA MÚSICA
A veces, nos faltan las palabras para describir los sentimientos y las emociones que una simple imagen recoge. No hay sensación que iguale lo que se siente al estar encima de un escenario. Sentirse grande y pequeño a la vez, sentirse arropado y comprendido por el público; sentir, como los cinco sentidos trabajan conjuntamente con el fin de transmitir todo lo que uno lleva dentro. Pocas veces tenemos la oportunidad de ser nosotros mismos, sin que nos importe el qué dirán y sin ser conscientes de lo que valemos y de todo lo que tenemos que mostrar y demostrar, pero es necesario de vez en cuando, sentirnos bien haciendo algo que nos llena y que nos hace ir más allá.
Resulta difícil compartir con los demás lo que nuestro corazón lleva dentro, es complicado demostrar con miradas lo que tenemos encerrado bajo llave y es todavía más difícil que aquellos que no opinan como nosotros, nos entiendan. Pero no hay nada más gratificante que recibir un aplauso después de haberse dejado la piel sobre el lugar que nos permite sacar de nosotros un sin fin de emociones y sentimientos. A menudo escucho los aplausos en mi cabeza, oyendo de fondo el latido rápido, fuerte e intenso que produce mi corazón antes y después de cada interpretación, ya que a veces ser uno mismo y sentirse así, es lo único que importa y merece la pena, y no conozco medio mejor para ello que la música.
SACA TU MEJOR CURVA. SONRÍE
Quizás no todo era gris como parecía. Quizás solo era gris para mí. Los “quizás” dejaron de tener sentido y llegó la realidad. Qué quien te intenta pisar es el débil y el que se levanta el fuerte. Qué las heridas se limpian y así se hace camino. Qué llorando no se solucionan las cosas y que se compadezcan de ti no arregla nada. La vida es igual para todos. Para mí, para ti y para vosotros. Baches tienen todas las carreteras pero eso no importa si al final se llega al destino. Qué la vida tiene curvas, rotondas y semáforos pero siempre que se encienda el verde, la luz nos invita a dejar atrás nuestros miedos y perseguir nuestros sueños. Puede que hoy no sea un buen día y quizás ayer tampoco lo fue, pero ¿y si mañana lo es? Olvidemos los “y si” y persigamos los “lo he hecho”. Sonríele a la vida y a aquellos que solo buscan apagarte la sonrisa y déjate sorprender por todo lo bueno que 24 horas pueden ofrecer. Recuerda que nuevas oportunidades nos están esperando porque “caminante no hay camino, se hace camino al andar.”
Victoria Seoane Rodicio 2º Bachillerato