LOS DÍAS DE...
Constantemente oímos a nuestro alrededor que el próximo viernes es el día de la felicidad, que el 8 de marzo es el día de la mujer o que el 14 de febrero es el día de los enamorados, por poner un ejemplo común... Son días "especiales" porque nos recuerdan algo importante que quizás requiera atención. Sin embargo, ¿es realmente necesario tener un día para esto? Tal vez sea que las cosas no vayan tan bien como deberían, porque de ser así, todos sabríamos que -por ejemplo- el día del hombre es el 19 de diciembre.
Es, en cierto modo, deprimente que sea necesario el nombramiento de un día para que nos acordemos de una persona, actitud o valor, pues estamos demostrando que ese algo no recibe la importancia que se merece a menudo por su simple y mera existencia. ¿Por qué tenemos que regalar rosas o bombones a nuestra pareja en febrero? ¿Por qué tenemos que darle vueltas a la cabeza pensando a contrarreloj un regalo para el día del padre? ¿Por qué hay tanto consumismo? Lo cierto es que el dinero es el motor del mundo, queramos o no, seamos idealistas o no. La economía se ha convertido en el riego sanguíneo de nuestro planeta y puede que del universo.
Antiguamente se creía que el talento se debía a la herencia genética en un 80%, sin embargo, hoy se cree que sólo supone un 50%, pues la otra mitad se debe al entorno (la educación, los amigos, la cultura...), sometido a la omnipresente economía. Es que del dinero se pueden extraer tantas reflexiones como daños sociales causa; entre ellos, el descontento de la gente por el enriquecimiento ilícito de sus gobernantes: la corrupción. Irónicamente, la corrupción también tiene su día el 9 de diciembre, el día internacional contra la corrupción, pero eso en España no se celebra.
No obstante, es cierto que hay días con nombre propio que nos recuerdan enfermedades o lacras sociales que no tienen nada que ver con el consumismo, como el día de la lucha contra el cáncer. Son fechas señaladas en las que tienen lugar eventos de todo tipo y para todos los públicos con la única intención de concienciar. Esos son los días que realmente deberían estar marcados en el calendario, días en los que, más que nunca, tenemos presente a ese algo que reclama nuestra atención, porque las cosas no van bien o todavía están en vías de desarrollo. No saturemos el calendario con motivos económicos o estúpidos como: el día del calcetín perdido (9 de mayo), el de dormir en espacios públicos (28 de febrero) o el de Star Wars (4 de mayo). Hagamos un uso serio del calendario, ya que es nuestro tiempo y debemos pensar en qué lo empleamos, pues nunca lo recuperaremos. Es el mayor regalo que podemos hacer.
La física nos dice que el tiempo es la cuarta dimensión, otros lo consideran una ilusión, pero sin él no seríamos nada. En cualquier caso, como dijo el francés Jouhandeau: "como no tenemos nada más precioso que el tiempo, no hay mayor generosidad que darlo sin tenerlo en cuenta". ¡Feliz día!
Javier Vázquez Jorge. 2°Bach C.